El juego consistía en juntarnos un grupo de amigos y todos en circulo rodeando una galleta María pajearnos y corrernos sobre ella depositando el máximo de semen sobre ella. El último en correrse se la tenia que comer con toda la mezcla de leches de todos los participantes incluida la suya. En alguna ocasión permitíamos que el que quedara el último, se comiera la galleta antes de correrse, porque si se la comía después de haber eyaculado el subidón desparecía y costaba más comérsela, aparecía el asco y desaparecía la libido. Jugué en varias ocasiones, entre 18 y 20 años, y nunca llegué a ser el último, alguno de mis amigos se llevó en su cuerpo mi esencia, y alguno aun sigue siendo amigo mio, aunque no hemos vuelto a jugar. Hay veces que recuerdo aquellas quedadas en nuestras casas, barreándonos los pantalones y con la polla bien tiesa, con 18 años os podéis imaginar, rodeando aquella galleta y apuntando para que nada saliera fuera... Alguna vez sentí curiosidad ...